Entradas populares

lunes, 13 de octubre de 2014

¿Traes el corazón en paz antes de dormir?

He estado leyendo durante diez días la bitácora de un corazón roto, no, no, no le llamaré así porque no me parece que así sea, es más bien el diario de un corazón en reparación. Lucía la de Flor (quien escribe) invita a escribir cómo amaneciste todos los días, qué tal fueron esos diez días después de cortar tu última relación y créanme, he pensado seriamente hacerlo. Yo, Salette, quisiera poder escribir todos los días eso en lo que amanezco pensando, en esas personas, esos pendientes y esas miles de cosas que hacen de mi imaginación un caos, pero debido a mis horarios de trabajo no me es posible, pero para eso me inventé esto, si amanezco con tanto, obviamente acabo el día pensando en el doble de cosas y para irme a la cama con el corazón en paz decidí escribir antes de dormir, aunque la paz parezca lejana a mi corazón en este momento, batallo incansablemente para no dejarme llevar por falsos ecos que suenan a corazonadas, intento caminar firme sobre el hielo con el que cubro mucho de mi sentir últimamente, intento tomar el control en este loco juego en contra de mis sentimientos y en el cual voy perdiendo; me pregunto repetidamente por qué las cosas no funcionan como se supone deben funcionar, y es que lo que yo pienso que es correcto al parecer el universo no lo aprueba del todo. Pienso en el amor a destiempo en ese que nos ocurre con la persona correcta en el momento menos indicado, pienso que hace mucho que no me acerco ni poquito al amor, que mientras hay chicas que pueden desechar relaciones una tras otra, a mí me cuesta un poquito más soltar y no exactamente a las personas, más bien a los miedos, a todos los fantasmas que se quedan después de tanta decepción, de tantas discusiones, de tantos celos, de tanta inseguridad, no me imagino a mí siendo atacada por los mismos demonios, ya no sé si alguna vez seré capaz de amar más y más un poquito más que la última vez, porque bien dicen que los amores que matan,  son los que menos mueren y qué miedo (más miedos). Y así transcurren mis noches esta última semana pero como dice mi mamá, hay cosas más importantes que los dramas personales, por eso cuéntame, ¿Se siente bonito irse a dormir con el corazón en paz?

Saletta bradshaw <3. 

lunes, 6 de octubre de 2014

El engaño.

"¿Qué es el engaño?" me preguntó alguien que siempre me ha parecido treméndamente inteligente, obviamente me sentí un poco más ignorante que ella pues en mi cabeza se cruzaron de manera desprevenida algunos conceptos personales de infidelidad, deslealtad, mentira, falsedad... en fin, todos los primos del engaño, como es normal no logré llegar a ninguna conclusión, al contrario, terminé aún más confundida; sin el concepto claro, logré brincar por varias ramas hasta preguntarme cuál es el peor tipo de engaño, en definitiva no hay alguno peor que el engaño a uno mismo, pues yo considero que en la vida no hay alguien más fiel que nosotros mismos, y mira que venir a engañarnos es algo en verdad horrible, ¿a quién culpar? ¿De quién quejarse? ¿A quién odiar? Obviamente a la persona que veremos para siempre en el espejo. 
Vamos a ser honestas, empiezo yo; de los peores engaños que me pude haber hecho supongo que ha sido cuando me digo: "no me va a lastimar", sabiendo perfectamente que entro a ese círculo en el que me hago daño y me vuelvo a levantar, y suele pasar generalmente con hombres, como aquel emocionalmente inaccesible que me encanta porque es tan mi tipo que más bien es mi ex tipo y por ahí va el problema, por mucho tiempo es algo que he estado omitiendo a mis amigas, no lo considero engaño, sólo omisión, y ahí es cuando te contienes todos esos pensamientos asesinos que son fruto de largas pláticas con ellas, como aquel comentario que hizo Laura una vez: "no puedo aceptar tener una relación así, sería como pasar de vino en copas de cristal a cerveza en vasos de plástico" y para ser sincera, su analogía no es tan lejana, ya no tienes todo lo que solías disfrutar (incluido el afecto) sólo tienes lo que te puede dar, y a veces te engañas y dices que está bien, y claro que no hay algo de malo en ello, no lo hay cuando no te confundes, la cuestión aquí es que ya no sé si he aprendido a controlar mi situación o es sólo que he construido muy bien mi engaño, personalmente no suelo cuestionar mucho esas decisiones, pues tantas cosas malas me ha traído como las buenas, sí, precisamente esas que mencioné, las que me encantan, a mi favor (o a favor de mi engaño personal) puedo decir que mi colchón a esta caída libre son los interminables kilómetros que me separan de él la mayoría del tiempo, pero qué pasa cuando no se puede ser tan afortunada y se juega a tener una relación con alguien que vive a 15 minutos de tu casa, cuando no te puedes escapar tan fácilmente porque hay mayor oportunidad de vivir y sentir que ese engaño llega más y más lejos y hasta llega a tener sus propios engañitos para hacerte la aventura más cómoda (y dolorosa) y es que al final la única que se queda cuestionándose qué salió mal en ese audaz plan de "no me va a doler" eres tú y difícilmente llegas a aceptar esa cadena de engaños que te creaste para hacer menos pesado el viaje, y es que esos hombres que se prestan a esto son precisamente los que no te pueden amar como tú quieres ser amada, o en ocasiones no pueden amar a alguien que no sea ellos mismos, y es duro aceptarlo y es más fácil sonreír y volver a mentir: no pasa nada.

Salette Bradshaw.<3.