“Madurez para cerrar viejos ciclos y voluntad para abrir nuevas puertas”.
Eso es todo lo que le he pedido a la vida desde la primera vez que me rompieron el corazón y no solamente para mí, lo he pedido para cada una de las personas que he visto llorar por sentirse traicionada o simplemente decepcionada por todas las ilusiones que vio caer. He aprendido, a base de sacudidas que a veces el dolor se queda un tiempo pero eventualmente se va, así como se fueron los buenos momentos, el amor, los sueños en común, las metas por alcanzar y como el futuro que construiste a lado de esa persona. Y no, dejar atrás las promesas de amor nunca es un acto egoísta, volver a sonreír a los tres días no te hace una insensible, eres humana y la vida simplemente sigue su curso, te detengas o corras, su ritmo no cambia. También es válido hacerlo con tiempo y pausada, desprenderse no es fácil para todos, nunca hay que olvidar que soltar también es amar, es AMARTE que es aún más importante, dejar ir es dejar llegar, y si piensas que el dolor es infinito sólo piensa que alguna vez creíste que ahora sí era para siempre y que su amor nunca acabaría, triste pero cierto.Acaban de decirme que yo nunca me he enamorado porque no tengo sentimientos y me reí, claro que me he enamorado más de una vez y siempre sabiendo -en el fondo- cuál podría ser el final pero siempre he esperado que no sea así. Claro que he amado, he amado a alguien incondicionalmente y con todo el corazón y aún así se fue. Ahora sí que como dijo Samantha: WHAT A WONDERFUL WORLD. La buena noticia amigos es que, sobreviví, no me morí de amor ni se me quitaron las ganas de volver a amar con todo el corazón a alguien aunque se vuelva a ir, y no me pasó una vez, y aún así sigo completa, a veces rota pero con todas mis piezas. Y eso no me hace una mala persona, ni me hace falsa ni tampoco significa que no haya sido amor de verdad simplemente significa como dije antes, que la vida sigue, avances o no.
A veces por muy puro y sincero que sea tu amor la otra persona no lo quiere o busca algo más y es válido, o a veces no distingues qué es verdad o qué es mentira y aunque te sientas muy confundida déjame decirte que va a pasar, ese sentimiento se irá. Como lección de vida te comparto que lo principal es aprender a amarte. Ámate lo suficiente como para que nadie vuelva a romperte el corazón con su partida porque te tienes y tu persona vale tanto como el amor de alguien más y una cosa es que te dejen y otra muy distinta que tú te dejes. Todo lo que necesitas está en ti lo creas o no, enamorarse es compartir lo que uno tiene dentro, no es encontrar lo que te hace falta sino hacerse más grande, más fuerte y más feliz de la mano de una persona, no es responsabilizar a alguien de nuestros sentimientos, es ilógico poner el corazón en manos de alguien más cuando cada uno debe preocuparse por mantener el propio latiendo. Ámate tanto como para no conformarte con amores mediocres que llenan el vacío que deja la soledad, valórate tanto como para no tener que pedirle a alguien que se quede en tu vida, ámate como quisieras que lo hiciera alguien más porque lo triste es dejar de apreciar los regalos que te da la vida por lamentarnos por los que “nos quita”, la vida te regaló inteligencia, presencia y todos los días te da motivos para seguir, no dejes de verlos. Recuerda que en el momento que tú sepas lo que vales, a partir de ese momento, no aceptarás menos de lo que mereces. Te lo escribo yo, que he tenido que empezar a amarme de cero más de una vez. El mundo no se acaba, sólo te invita a continuar el viaje.
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