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lunes, 22 de junio de 2015

Para mi amor chiquito.



"Oculta ciencia dicta a mi conciencia que en otra existencia te recobraré."
                                      Amado Nervo.

He empezado a creer también que la libertad no radica en soltar, que es muy cierta esa frase que dice que el corazón no sabe de despedidas.

Dice Sofía que me pasa porque uno no puede soltar lo que nunca estuvo en sus manos, pero el roce de tus deditos con los míos para mi fue suficiente, te tuve.

Te conocí de la manera en la que nadie espera hacerlo, tuve miedo y luego doliste mucho sin que fuera tu intención lastimarme, sé que tú jamás lo hubieras hecho, sé que no dependía de ti el quedarte, hay gente que se va por decisión y a ti el tiempo no te permitió tomar esa clase de decisiones. No te permitió quejarte por el nombre que hubiera deseado darte, ni tener complejos, ni miedos, ni errores. El tiempo no te dio tiempo, ni para que yo pudiera verte sonreír, ni saber el color de tu piel y tu cabello, ni para seguir admirando la forma de tu nariz y la de tus labios que eran igualitos a los de tu papá.

No sé si tú tengas recuerdos, me aterra saber que no hayas podido saber cuánto te quise, que te amé con todo el corazón y que esperaba con mucha emoción el por fin conocerte.

Quiero que sepas, que por ti solté todos los miedos, que por ti todo se hizo mejor, que aunque pareciera que algunas cosas se frenaron, aceleraste el ritmo de toda mi vida, creaste en mí sentimientos que pensé que jamás conocería, "tocaste mi corazón, tocaste mi alma, cambiaste mi vida y todos mis planes", justo así como lo canta James.

Quiero decirte que has sido la ilusión más grande que he tenido y que ningún amor va a superar lo que tú me hiciste sentir, que no ha pasado un día en el que no me pregunte a dónde te mandó la vida que no te recibió y que te extraño con todo y el cansancio excesivo de las últimas tardes.

Escribo párrafos cortos que a lo mejor no tienen coherencia para muchas personas pero no me importa, porque sólo sé que escribo para ti, esto es tuyo y de nadie más, y no puedo alargar las frases porque se me acaba el aire y tengo la imperiosa necesidad de detenerme, de separar mis ideas y decírtelas poco a poco.

No sé si mis pensamientos lleguen a ti, no sé si eres como los bebés de los poemas que dicen: "no llores, mami, sigue adelante", o tal vez ni me escuchas, ni me ves, y mucho menos me vas a leer, pero, ¿sabes? Esta es la única forma en la que yo expreso bien las cosas, esto es lo único que yo sé hacer, me hubiera encantado saber si tú hubieras sido bailarina o también escritora, me hubiera encantado compartirte mi amor por la vida, porque cuando te tuve la amé más de lo normal, maximizabas mi entorno, lo hacías mejor, me dabas amor sin saberlo, con tus movimientos acelerados y con todas las veces que te aferraste a mi cuerpo para quedarte un poquito más conmigo.

No quiero acabar esto como si fuera una despedida, solo quiero hacerte un recordatorio y sí, yo sé bien que no estás a mi lado, ni lo estarás pronto, y aunque no pueda abrazarte ni vestirte de rosa para salir a pasear, nunca olvides que dejaste huella en la vida de alguien y sobretodo, nunca olvides que estés conmigo o no, yo siempre voy a ser tu mamá y tú, tú siempre serás mi niñita.



viernes, 5 de junio de 2015

Dejar ir es dejar llegar.

Ahora sí me voy, me voy y te dejo con tu vida envuelta en locura. Me voy porque no quisiste que te ayudara a desenredar los nudos que te atan la vida, esos que te comen vivo.
Ahora sí me voy, me voy con el corazón roto (aunque eso ya es costumbre).
Me voy porque ya me cansé de esperarte. Me voy porque por fin entendí que nunca te vas a decidir por mí. Me voy porque no te mereces este amor, no te mereces éstas lágrimas ni este deseo insaciable de tenerte cerca.
No mereces nada y sin embargo, quiero darte todo.
Me voy porque no entendiste eso.


martes, 2 de junio de 2015

Te amé con todo, como nunca, como a nada.


Te amé mucho, ¿sabes? Escribo en pasado porque no me queda de otra, así nos pasa a nosotras las personas que somos las últimas en enterarnos que todo se acabó. Te amé con todo y la penitencia, y es que a este amor no soy capaz de encontrarle lógica pero no por eso deja de serlo, sí así de ilógico como este inicio en el que parece que no sé qué más decir.

¿Recuerdas aquella noche buscando nombres para el futuro? Hicimos una pequeña lista recostados en tu cama, reíamos mucho y no nos poníamos de acuerdo; acariciabas mi cabello con tanta calma que parecía que esa noche no iba a acabar nunca, ¿verdad que sí te acuerdas de esa noche? Es que no sé qué me pasa  que yo no logro olvidarme de esa noche.

¿Me amaste, verdad? Sí, yo sí creo que me amaste, en alguna de esas noches hasta lo podría haber jurado, ¿qué nos pasó? ¿a dónde emigraron nuestros sentimientos? ¿Se los llevó aquel futuro al que nombramos nuestro todo, se los llevó la mañana en la que partió?

Si pudiera regresar el tiempo lo haría sin pensarlo, una de dos, para no enamorarme de ti así como lo hice o sólo para repetir aquella tarde sin hacer nada, con tu mano en mi vientre formando círculos y haciendo planes para un fin de semana que jamás llegó. Ya sé lo que estás pensando, te preguntas si estoy llorando (como siempre) claro que estoy llorando, claro que lloro mientras escribo y recuerdo todo eso que era mío, ¿Cómo no va a costarme trabajo arrancarme de golpe todo aquello que teníamos a manos llenas? Y es que, tú sabes, qué lindo me besabas, me besabas lentecito como si el tiempo fuera nuestro, y a veces me besabas con fuerza, dominabas cada extremidad de mi cuerpo, cada nervio en mi sistema te correspondía, me sabías, me conocías, claro, no fueron siete años en vano, ¿cierto? Me encantaban esos besos en los que al abrir los ojos sentía que lo que tenía frente a mí –ahora sí- era para siempre, qué tonta, ¿verdad? Qué tonta por pensar que algo así era para siempre en esta vida, porque ya creo que nada lo es…

¿y es que acaso el amor va de la mano con la decepción? Porque sabes eso duele mucho, siento que estoy  a un abrazo de romperme, ojalá nadie note la tristeza que me provoca el ya no encontrar paz en tus ojos ni un hogar en tus brazos, ¿acaso no te gustaba como te amaba y por eso pretendes lograr que deje de hacerlo? O es solo que así viene el amor, en paquete, con todo y sufrimiento, ya no me importa, lo acepto, yo te a ti te amé completito.

¿Sabes? el amor me está enfermando, me pasa que todas las noches se me llenan los ojos de agua, no es para menos, dicen que el amor del bueno cura y yo te amé tan bonito que me vaciaste el corazón, quisiera mi vida como estaba, cuando estabas… me hubiera alcanzado con que me amaras la mitad de lo que yo te amé, pero bien lo dicen por ahí, los hombres no saben tener cosas bonitas sin terminar haciéndolas pedazos, y así estoy, es como si estuviera en un juego de jenga en el que si mueven la pieza equivocada me derrumbo a la chingada, pero qué importa la gente apenas y lo nota, dicen que me veo bien, radiante y a pesar de que no estás, cuando todos los demás están sonrío, hasta me lo creo.

Tú sabes la verdad, ¿cierto? A ti te consta que te amé, lo decías siempre “pero me amas”, odiaba que dijeras eso siempre, pero daría todo por volverlo a escuchar, ya no sé para qué te escribo, ojalá tuviera este mismo valor que tengo al escribirte para borrarte, porque esta corriente de olvido que pasa por tu vida a mí no me lleva, me arrastra y pronto no tendré cabida en ella ni siquiera para escribirte, ni siquiera para esconderme en algún pensamiento, aunque fuera muy pequeño, aunque llevara mi nombre, yo sé que pronto no podrás ni siquiera reconocerlo, así pasa con las personas que tienen a un lugar a donde ir, se van simplemente por eso, porque hay otro lugar en el que les aman mejor.

Te amé con toda la intención de hacerlo para siempre, pero no se puede amar a quien no quiere ser amado y lo intenté, por Dios que lo intenté pero no se le pueden extender los brazos a quien no quiere ser abrazado, y no te culpo, soy yo la que decidió entregarse a un par de sueños y al amor que me ha fallado tantas veces, y no pasa nada, aunque un corazón se rompa el mundo sigue girando, el amor es eso que pasa y que te habita el corazón hecho pedazos por siempre,  el amor es eso legal que me ha hecho daño y tú eres a esa persona a la que amé, a la que amé sin medias tintas, sin otra pretensión más que ser tuya, te amé sin culpas, te amé como se debe: completito.

Salette B.

jueves, 5 de marzo de 2015

Clavo que saca a otro clavo, te coloca en el cuadro equivocado.

"Un clavo no siempre saca a otro clavo, a veces los dos se quedan dentro"
-Walter Riso
"O a veces te deja en cuadro equivocado."
-Dijo la Salette.



A veces, el soltar solo lo podemos lograr si ya hemos tomado algo más con la otra mano, nos da tanto miedo quedarnos con las manos vacías y nos volvemos personas que van abandonando ciclos, no cerrándolos; no cortamos los lazos de manera sana, le pedimos a alguien más que inconscientemente nos ayude a lograrlo, y sí, al igual que el Feng Shui parece buena idea... en teoría, pero no funciona, aunque creas que sí. No lo intenten, al final siempre pagamos nuestra cobardía,  a mí me tocó hoy, cinco años después, sin aún poder entender por qué fue así. En Cancún tenemos un gran problema y es el tráfico y no el de autos, sino la gente con la que chocas, tus exnovios, por ejemplo... no, hoy no les hablo de alguno que haya mencionado antes y no porque fuera insignificante, porque sí le quise y mucho pero el hecho es que no es de esas historias que costaron lágrimas y fueron largas, fue más bien la historia a la que le puse mucha fe para que me salvara de otra que sí me había costado muchas de esas (exacto, T). Lo conocí justamente una semana después de haber terminado con T, siete días después de que él me rompió el corazón me encontraba en un profundo hoyo emocional del que sólo un bombero sin una clavícula me pudo sacar, ese extraño bombero es precisamente él, Emmanuel. Me tomó solamente un par de semanas sentir que las heridas habían cicatrizado y que por mi bien había superado a ese ex amor que me hizo volar en su momento. Y aunque ya no volaba, tenía con quien caminar, alguien que también buscaba desesperadamente cómo cicatrizar sus propias heridas y que entonces, me encontró. Tengo esa memoria exacta de un Emmanuel de 21 años, tan guapo, con esos ojitos color ámbar que me miraban sin mirar, lo recuerdo altísimo, tomando mi mano y viajando 45 minutos para verme tres veces por semana. Sí, era súper romántico, decía que yo era su "chuletita" (jajajá), así era él, la historia más corta y tierna que he tenido, quien no me rompió el corazón pero sí me dio cariño; su presencia nunca fue más fuerte que la de T y ese fue realmente el problema, yo quería a T pero tomaba la mano de Emmanuel, esperaba las llamadas de T, pero respondía los mensajes de Emmanuel... ¿ya nos vamos entendiendo?
¿Puede realmente un amor precipitado borrar algo tan reciente? La respuesta en mi caso es: NO. Cometí el error de dejar entrar a alguien al lugar donde tenía desordenados los sentimientos y así no se le recibe a las visitas; quise que me reparara el corazón roto y eso sólo le corresponde a uno mismo, la peor parte es que en mi confusión terminé perdiendo varios pedacitos del corazón, intentaba convencerme a mí misma que él había sacado a esa otra persona de mi cabeza y esa no era responsabilidad suya, era mía, pero como buena cobarde no tenía la valentía y la determinación suficiente para cerrar mi propio ciclo y por eso ese amor no pudo ser. Hay que soltar ambas manos para recibir a manos llenas lo que está destinado a nosotras, no podemos delegar nuestras responsabilidades, el amor y el olvido son nuestra cruz y nuestro placer, ¿por qué negarnos a aceptarlo?, ¿por qué como humanos nos es tan difícil aceptar las despedidas y el sufrimiento? Si ahora bien lo veo, es tan sólo directamente proporcional a lo que uno elige sentir, no se puede acabar una historia sin dejar nostalgia, memorias y un poquito de ese dolor que en años sabrás que fue bien vivido, que querer con todo no te hace menos, te hace humano; que permitirte experimentar esas sensaciones siempre te deja con algo, y meses después entendí que la soledad es un mal necesario, porque en realidad nunca estás solo, siempre te tendrás a ti, y permitir que otro clavo saque a tu clavo es perderte un poquito, es no permitirte saber qué tan fuerte puedes ser, y aunque después de años entendí que sí es posible, y aunque de ese error aprendí, hoy, cinco años después, también comprendí que nunca podrás encontrar las palabras para disculparte por no haber estado completa para alguien a quien con todo el corazón (roto) y las mejores intenciones aceptaste alguna vez en tu vida.

Salette.